Calidad, Higiene Alimentaria

Comer en Carnaval… Una actividad de riesgo

          ¿Quién no se ha levantado en Carnavales con problemas intestinales? Siempre le echamos la culpa al alcohol y decimos que nos han colado garrafón (sea o no cierto) pero… ¿Alguien se han parado unos minutos a analizar los ventorrillos de comida rápida? ¿Sabéis cuantos incumplimientos de higiene alimentaria se pueden encontrar en algunos en menos de 2 minutos? La respuesta os asustaría.

 

abstract art beautiful bright
Photo by Pixabay on Pexels.com

            No quiero generalizar y tampoco que me tachen de alarmista, evidentemente hay algunos diferentes, pero en la mayoría de ellos, las buenas prácticas son indetectables ¡Y ya ni hablamos de contaminación cruzada y de alérgenos!

            Faltan guantes, alimentos sin proteger, sin control de temperatura, delantales blancos manchados de tomate y grasa, ausencia de lavamanos con agua caliente, meten la basura en el cubo empujándola con la mano y siguen manipulando alimentos sin lavárselas… En fin… Cosas a las que nos hemos acostumbrado y que no toleraríamos en ningún otro sitio.

            ¿Alguien controla la temperatura de las neveras? ¿Tiene el ventorrillo un plan de limpieza definido y registros asociados? ¿Tienen todos los camareros formación en manipulación de alimentos? Si alguien está controlando eso me gustaría que me lo contaran y en caso de ser así, lo único que podría decir, es que en la mayoría de los casos, ese control está siendo insuficiente.

            Ayer, vi puestos con tortillas donde las moscas bailaban al ritmo de la batucada, empanadillas sin cubrir y si alguna se caía de la bandeja la volvían a poner manipulándola con manos sin guantes y sin lavar, ausencia de pinzas para servir el hielo… ¿Realmente si se toman muestras y analíticas de manos, superficies y alimentos como se hacen en las cocinas de los hoteles y restaurantes aparecería ausencia de elementos indeseables?

Con todos estos comentarios no quiero hacer una crítica sobre los establecimientos de comida rápida en las fiestas, al contrario, hay algunos que cumplen las normas de Higiene Alimentaría, lo que quiero es que penséis es que las normas y regulaciones nos afectan a todos por igual y sin excepciones y que una fiesta no es una excusa para pasárnoslas por alto, sobre todo cuando hablamos de salud. Quizá muchos lo hagan por ignorancia, de ser así les animo a formarse e informarse.

Os dejo un par de enlaces sobre APPCC por si os resultan de interés.

¿Qué es la ISO 22000?

Nueva versión ISO 22000

Y como siempre quedo a vuestra entera disposición para cualquier duda o consulta:

Ismael Lozano Latorre

Auditor y consultor de Calidad, Medio Ambiente y PRL

Calidad, Higiene Alimentaria

Una manzana en Carnaval

El año pasado en Carnavales tuve una experiencia que me gustaría compartir con vosotros, serían aproximadamente las una y media de la mañana, era Viernes o Sábado, no recuerdo bien, pero lo que tengo claro es que empezaron a sonarme las tripas así que decidí acudir a uno de los ventorrillos donde servían comida preparada.

¿Qué sucedió allí? Básicamente la barra estaba llena de gente, el cocinero no daba abasto y una camarera, con mala cara, servía las bebidas. Tuve que esperar aproximadamente media hora, así que tuve tiempo de sobra para observarlos y por defecto profesional, auditarlos un poco.

No hace falta comentaros que el hombre llevaba un delantal blanco invadido de manchas de tomate y grasa, más de una vez lo vi secarse el sudor de la frente con las manos (no llevaba guantes) y después continuar manipulando los alimentos sin lavárselas, pero lo que más me llamó la atención, fue que el cubo de basura estaba rebosado de sobras y antes de servirle el bocadillo a la persona que tenía a mi lado presionó con sus propios dedos los desperdicios para poder cerrar la tapa ¿Mete la mano en la basura y luego toca directamente el pan?.

1132972738-14100

Podría decir que me escandalicé y me fui del ventorrillo, pero mentiría, tenía hambre, había hecho la cola… así que me compré una hamburguesa. Tenía buen sabor, a mi estómago le cayó bien pero no a mi conciencia, en mi interior algo me preguntaba: ¿Si lo hace así en directo, respetará las mínimas normas higiénicas cuando no lo estemos viendo? ¿Quién controla la temperatura de la nevera? ¿Y su limpieza? ¿Habrá estado esta hamburguesa toda una tarde al aire libre comida de moscas? ¿Qué sabe este señor del APPCC?.

Si ese ventorrillo tuviera un certificado de calidad, a mí, personalmente, me habría tranquilizado, porque por lo menos sabría que periódicamente una empresa externa viene a revisar como trabajan y que se adecua a lo legalmente exigible, me diría que ese señor tiene un Plan de Higiene Alimentaría implantado, que hay registros donde se evidencian que toman las temperaturas para asegurarse que no se rompe la cadena de frío y tiene un Plan de Limpieza definido de su ventorrillo y que se lleva a cabo.

Con todos estos comentarios no quiero hacer una crítica sobre los establecimientos de comida rápida en las fiestas, al contrario, hay muchos que cumplen las normas de Higiene Alimentaría, lo que quiero es que penséis en la utilidad del uso de los certificados para garantizar que el producto o servicio es de calidad.

Y después de esto os mando un saludo y os deseo un feliz Carnaval, espero no haber influido en vuestros hábitos alimenticios carnavaleros pero lo más escrupulosos siempre tenéis otra opción, podéis llevar una manzana en el bolso.

Ismael Lozano Latorre

AREA: CALIDAD Y MEDIO AMBIENTE